EL PLAN MUNICIPAL DE DESARROLLO… ¿UN PLAN PARA CONVERTIR A BAHÍA EN OTRO ACAPULCO?

 
Ayer y hoy, el gobierno municipal de Bahía de Banderas se puso en movimiento para realizar los foros ciudadanos en los que se pueden dar a conocer ideas, opiniones, críticas, proyectos, propuestas, planes y sugerencias para integrar el Plan Municipal de Desarrollo 2017-2021.
No se trata de cumplir con el mandato de ley “sólo por cumplir”, sino de escucharse unos a otros, de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo, y horizontalmente, entre los gobernados, para reconocerse todos como una sociedad comprometida con las acciones del presente y del futuro de nuestro municipio, sobre todo ahora que se tienen grandes esperanzas en enderezar el barco y evitar el naufragio en que lo metieron las últimas tres administraciones (yo incluyo también al segundo gobierno de Paniagua, de 2008 al 2011, porque fue quien endeudó a Bahía con aquel famoso crédito de 280 millones de pesos que aún no termina de pagarse).
Este encuentro de los ciudadanos con su gobierno viene a fortalecer las propuestas y demandas escuchadas durante la campaña de Jaime Alonso Cuevas Tello, y el trabajo realizado por su equipo de asesores y funcionarios, los cuales armaron un anteproyecto que cuenta con cinco ejes aglutinantes de toda la problemática del municipio, y que será enriquecido durante estos dos días.
Así pues, con gran curiosidad, este columnista acudió ayer al evento inaugural de los trabajos del Plan Municipal de Desarrollo en un lujoso hotel de Nuevo Vallarta (en el cual sólo pueden hospedarse los ricos) y le pareció excelente la participación del activista e intelectual Emilio Álvarez Icaza, quien dio una conferencia (a la que él, con humildad, llamó “ponencia”) cuya intención fue que todos los presentes pusieran los pies sobre la tierra y recordaran que lo más importante es el ser humano; que el crecimiento turístico o económico no es nada si no hay respeto a los derechos humanos y no se combate la corrupción. Dio cifras, nombres, datos, fechas, lugares. Desnudó nuestra realidad y nos puso frente al espejo. Nos recordó que somos un país con grandes injusticias y desigualdades, donde los empresarios y políticos se hacen millonarios a los pocos años y los gobernados no hallan la puerta para salir de este infierno que llamamos “México”.
Luego de la inauguración, este columnista se fue a escuchar las intervenciones en la mesa del tema “Desarrollo urbano y ecología”, en la cual la mayoría eran arquitectos, ingenieros civiles y funcionarios y empleados de Obras Públicas, DDUE y OROMAPAS; y enmedio de estos tecnócratas estaban Chano González, ex presidente ejidal de San Vicente, varios ecologistas (entre ellos Indalecio Sánchez), el regidor Pepe Castañeda y Salvador Guardado, dirigente de un movimiento social de Jarretaderas.
Menciono a estas personas porque fue notoria la ausencia de dirigentes sociales, agrarios, sindicales, de pescadores, universitarios, magisteriales y de colonias populares, lo que hace que el gobierno de Cuevas Tello aparente estar alejado del pueblo y muy cercano al sector empresarial, por el marcado protagonismo de Jorge Villanueva Hernández, quién ya resultó ser el ajonjolí de todos los moles y uno se lo encuentra en todos los eventos y en todos toma la palabra (con evidentes afanes manipuladores) para echarle porras al alcalde y soltar el mismo rollo que pretende justificar el desarrollo turístico que sólo beneficia a unos cuantos.
Lo dijo Álvarez Icaza: “no hagan de Bahía de Banderas otro Cancún, otro Cuernavaca ni otro Acapulco”. Y lo cierto es que mientras los sucesivos gobiernos locales no combatan la corrupción (y eso incluye el maridaje empresarios-políticos) y no atiendan los problemas ecológicos ni den atención a los sectores marginados de la población, seguirán creciendo la delincuencia, la prostitución, la explotación infantil, el alcoholismo, la pobreza y la ignorancia. Vean hacia dónde llevan a Bahía de Banderas: el pueblo ya no tiene acceso a Nuevo Vallarta y sus playas, ni tampoco a Punta de Mita ni Litibú. Pronto cerrarán la carretera vieja que va de La Cruz de Huanacaxtle a Punta de Mita y con ello privatizarán todas las playitas de esa zona; y también cerraron las playas de Lo de Marcos y convirtieron La Jarretadera en un gueto (ghetto). Ya quitaron a los artesanos indígenas de las calles de Sayulita y también anunciaron el desalojo de los comerciantes que invaden las calles de Bucerías. La pregunta es: ¿a dónde quieren llevar a Bahía de Banderas?
Eso deberán definirlo en el plan de desarrollo pero, principalmente, con las acciones que se realicen en los próximos años.

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